Tetuán en Navidad

Vamos a recordar ahora en estas líneas la época de Navidad. Seguro que os acordáis donde se encontraban las cuevas del carbón a espalda del Cine de Verano Bahía, era una calle corta camino de la Calle la Luneta, en verano se montaban el puesto de helado, de Ramírez y de Raimundo. Raimundo era Valenciano y mas bien bajito y gordito, por ello todo lo conocían por el gordito, era amigo mío yo era donde solía pararme cuando iba para mi casa y mientras charlábamos me tomaba una rica limonada.

Pasado el Verano, llegaba el tiempo de las castañas asadas en esa misma calle, el puesto de castaña lo montaba Emilio y su señora un matrimonio que vivía en el callejón la mejala. Daba gusto pasar por las noches por la calle y parase a comprar castaña, a la altura del Fénix o por la parte del teatro Español ya se olía a castaña asadas y se veía toda la calle llena de humo blanquecino que salía del fogón y te envolvía con su aroma a castaña asada. Tenias que hacer cola para comprarte el cartucho de castañas recién asadas y calentitas.


Luego llegaba el tiempo de las navidades y en la misma calle a la entrada Ramírez montaba su puesto de turrón y al final de la calle el puesto de turrón de Raimundo, al volver la calle a espalda del cine Bahía mirando para el bazar Koh-I-Noor estaba el puesto de zambomba y panderetas, un poco mas abajo el puesto de Pavos vivos de Antonio Calleja ayudado por Juanito el Enano, en ese tiempo ya se olía a Navidad.


     También se preparaban las dos rondallas que hacían su pasacalle amenizando las Navidades, la de Federico el Bombero y la de Coroni el pinto, eran amigos pero rivales, en las navidades para ver quien podía quedar mejor en vestimenta y en popularidad.


En aquella época las familias por Navidad preparaban en la rosquitos y pestiños, por ejemplo en mi casa en Navidad nos reuníamos con una intima amiga y paisana de mi madre, la cual tenia una panadería en la Luneta mas abajo del Teatro Nacional, la panadería Gordón, allí nos reuníamos los sobrinos de Isabel Gordón, mis hermanas, mi madre e Isabel. Las madres se ponían a amasar pestiños, rosco de anís y mantecados de Navidad, mientras los hermanos Gordón Sotos, mis hermana y yo preparábamos las bandejas de chapa donde se iban poniendo ya terminado los pestiños, los rosco, y los mantecado, los metíamos en el horno de leña siempre vigilado por el maestro panadero para que no se quemaran y pasábamos una noche hasta las dos o las tres de la madrugada muy agradable, luego repartíamos en caja los dulces y para la casa para disfrutar de ellos en Navidad.

Dolores e Isabelita Gordón Soto eran muy amigas de mis hermanas, mi padre algunas veces llevaba a la panadería Gordón una buena pata de cerdo y en vuelta en sal gruesa la metían en el horno, cuando ya estaba hecha quedaba mas buena que el jamón y se servía de tapa en el bar. 


Bueno sigamos con las Navidades en nuestro Tetuán.

Cuando llegaba el día 24 era una fiesta por las calles, viendo familias Tetuaníes de un lado para otro con sus compras de Navidad y luego por la noche todo en sus casas celebrando la Navidad, nosotros lo celebrábamos en el bar Correos, toda la familia reunida mas algunos amigos de mi padres con su familia eran invitado a pasar la navidad con nosotros, luego llegaban a amenizarnos las Navidades las comparsa de Federico el bombero y la de Coroni el pinto. Nos daba el amanecer en el bar y todos a desayunar café y churros.

Para la celebración de Noche Vieja nos volvíamos a reunir nuevamente todos incluida las comparsas en el bar para recibir el año Nuevo, esa noche yo invitaba también para que pasaran la noche Vieja con nosotros y animaran mas la fiesta a mis amigos, principal mente Antonio el relojero mas conocido por el capitán Maravilla, con su guitarra y a mi a migo Fades que contaba flamenco y se formaba una fiesta inmejorable.


     Llegaba la víspera de Reyes y teníamos los Tetuaníes una hermosa y lujosa cabalgata de Reyes, acompañada por las comparsas de Federico y Coroni, empezaba en la Plaza España y recorría toda la calle del Generalísimo finalizando en la delegación de cultura, todos los comercios permanecían abiertos hasta muy tarde como la tienda Casa Calatayud, era esta tienda la mejor juguetería de Tetuán, estaba situada en la calle el Generalísimo y fue el primero en tener la famosa muñeca "Mariquita Pérez", me acuerdo que llegaron mas o menos en el 47 y la tenia puesta en el escaparate, todas las chiquillas se paraban para verla mas de unas de ustedes os acordareis y os pararíais a verlas y se las pediríais a los Reyes, a mi hermana la pequeña le trajeron una en el 47 y todavía la conserva, bueno esto es un pequeño recordatorio de las Navidades que pasábamos en nuestro querido Tetuán. 


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