Recuerdos del Cine

En Tetuán se tenía mucha afición al cine. Era una de las distracciones de la época y claro grandes y pequeños disfrutaban con las películas que pasaban en los diferentes cines.

Mi madre nos contaba siempre la película Dracula, de Béla Lugosi, del año 1931 y nos íbamos pitando para la cama, nos daba miedo atravesar el pasillo sin luz, nos parecía interminable el recorrido hasta nuestra habitación, pero eso no nos impedía que siempre le pidiéramos que nos la contara de nuevo, aunque siempre nos invadiera el mismo pánico.


Y a propósito de esa película, recuerdo como si fuera ayer, cuando hablando con los compañeros nos enteramos que una nueva versión de 1958 de la película Dracula interpretada por Christopher Lee y Peter Cushing, se estrenaba en el Teatro-Cine Español y claro, los tres amigos que siempre íbamos juntos, Juan Luis Morilla Pantoja, Pedro Antonio Sandoval Coca y el Guille, decidimos de ir a verla. Yo, como mis amigos debíamos tener unos 11 o 12 años.., pero claro, una cosa es decidir y la otra es poder ir . Había un obstáculo, que no era apta para menores de 14 años, todos los amigos mayores que nosotros nos contaban la película y alucinábamos. No podéis ir nos decían da mucho miedo y no os dejarán entrar.


Los tres valientes que éramos, nos fuimos para el cine, armados de valor, yo que era el más alto de los tres, le pedí las gafas a Morilla y como un buen matador, me voy derecho para la taquilla, (todos recodareis a los taquilleros en el teatro Español : Ciriaco en patio de butaca y dos señoras en gallinero), total que me dirijo a una de ellas y le digo : deme tres entradas,. Niño me dice, los que vienen contigo son más pequeños que tú, ¡NO!, le contesto, son más mayores, me miro no dijo más y me dio las entradas.

Tan contentos subimos las escaleras derechos para el portero, le devuelvo las gafas a Morilla, pues no veía tres en un burro, le doy las entradas al portero y este me espeta, ¡¡¡VOSOTROS NO TENEIS 14 AÑOS¡¡¡ Si Señor, ¡YYYY MAS! contestó Morilla, ¡¡ Y MAS NOOO!!!!, le contesto el buen hombre, los tres volando para la calle.

Desamparados, descambiamos las entradas con otra bronca que nos hecho la taquillera y nos fuimos abatidos y cabizbajos. Pensábamos que nos habían tratado como a unos -mierdecillas- y eso claro para nosotros que ya nos creíamos "mayores" fue un insulto.

Mi padre que tenia buen sentido del humor se rio bastante de nuestra desventura y aquel estribillo con el portero se quedó en mi casa muchos años -YYYYY MAS NOOO, Y MAS NOOO¡¡.


Del Teatro ESPAÑOL, aún con nuestra autoestima por los suelos, nos fuimos al cine AVENIDA y vimos una película española que echaban aquel día. Entramos al Avenida con la moral por los suelos desde luego, pero como niños que éramos, salimos eufóricos del cine, habíamos disfrutado viendo a DI-STEFANO pegar un regate en esa película española y después en el pasaje ya solo queríamos jugar al futbol.....


¡¡¡AH!!! que felices éramos con esa edad, ya habíamos olvidado a DRACULA, película que vi por cierto cuando tenía 20 años.

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